
El Mundial está llegando a su fin.
La final entre España y Holanda concita el mayor interés. Los argentinos no estamos exentos de la expectativas, y ello ha promovido que se hable un poco menos de la letal derrota que propinó Alemania al Seleccionado Nacional, el pasado sábado.
La ausencia de Juan Sebastián Verón (La Bruja) en el partido que nos dió el pasaporte para el regreso, y que no son pocos los que consideran gravitó en el resultado, a raíz de la carencia de un medio campo que permitiera contribuir a un mejor juego de la albiceleste, seguirá dando tela para cortar.
Solo el Padre del reconocido jugador de Estudiantes de La Plata, ha hablado conociendo la situación más de cerca, en los últimos días. No arriesgó demasiado, pero dijo algunas cosas.
La Bruja, considerado un pilar fundamental en la Selección Argentina, no jugó porque horas antes de la contienda, junto a Samuel y Milito, concurrieron a la habitación del Director Técnico, Diego Armando Maradona, con el fin de aportar una serie de argümentos para enfrentar a los alemanes. Los tres coincidieron en la necesidad de hacerlo en virtud de tener experiencia en el fútbol europeo y por conocer las formas en que los rivales podían pararse en el campo de juego.
Maradona no solo que no escuchó - fiel a su estilo - sino que además habría propinado una serie de agresiones verbales contra los tres, especialmente dirigiéndose al platense.
El resultado fue que Verón debió sentarse el sábado pasado en el banco de suplentes. Mascherano se quedó sin acompañamiento, Dimaría jugó por derecha (es zurdo nato) y Messi tuvo que enfrentar la más "fiera". Llevó la cinta de capitán y además tuvo que ir a buscar la pelota a terreno propio.
Quedará entre las historias de una ilusión que se desemoronó, pero hete aquí una verdad que con seguridad en algún momento habrá de ser pública en todos lo corrillos futbolísticos y medios del país.