El candidato a Diputado Nacional por Unión-Pro,
Francisco De Narváez, en declaraciones periodísticas que reproducen todos los medios nacionales, señaló el miércoles que
“habla con los intendentes municipales del Conurbano Bonaerense y que los mismos le transmiten que no lo quieren a Kirchner”.
Un agregado interesante a la campaña de quién se ha distinguido por adquirir los trajes del General Perón; dice ser Justicialista, pero que ha reconocido en declaraciones periodísticas que se “nacionalizó en el año 1983 para votar en el país”.
Es conocido por todos:
De Narváez nació en Colombia.
Ergo: ha leído e invertido dinero para autodenominarse parte del Movimiento político más importante que registre la historia de América Latina.
Heredero de una fortuna que nunca está claro cuál es el monto,
De Narváez ingresó definitivamente al terreno de la política después del año 2002, previo coqueteo con el menemismo.
En el año 2005
“Su Diosa fortuna” lo instaló en la Cámara de Diputados. No encabezó ninguna lista. Integraba la que presentó el Justicialismo que por aquel entonces encabezaba
José María Díaz Bancalari, que acompañó a
Hilda Duhalde, en su
“aventura” de competir con lo que se denominó
Frente para la Victoria. La actual presidente de la Nación los aplastó con una
“catarata de votos”. El
“Negro” se dio cuenta y se quedó en el
“redil” oficialista.
El
“empresario-multimillonario” concurrió pocas veces a las votaciones.
Lo han expresado con claridad el ministro de Seguridad y Justicia,
Aníbal Fernández, y también el ex Jefe de Gabinete de Ministros,
Alberto Fernández. Esa situación de
“irregularidad” legislativa tuvo una buena difusión, pero al parecer no
“penetra” lo suficiente en la opinión pública bonaerense, en particular, y Argentina, en general. En uno de los post he escrito sobre la cuestión.
Ha hecho de la
“Seguridad” el gran lema de campaña para tratar de alcanzar de aquí a dos años su mayor sueño:
“Ser Gobernador de la Provincia de Buenos Aires”.
Para ello no ha escatimado acuerdos de ningún tipo.
Quién ocupa el segundo lugar en la lista de candidatos de
Unión-Pro fue blanco de sus durísimas críticas, cuando
Carlos Arslanián era titular del área de seguridad.
Queda la impresión que lo une a
Felipe Solá, mucho más la necesidad electoral que políticas serias a llevar adelante. Son muchos los que presagian que el 29 de Junio, una vez concretado el comicio, la alianza se hará
“trizas”.
De Narváez solo impugnó a
Jorge Sarghini,
Osvaldo Mércuri (aunque a éste le permitió que colocase entre los primeros lugares de la lista de candidatos a Diputados Provinciales a su señora esposa, en la tercera sección electoral) y
Carlos Brown. Al actual Diputado Nacional - dejó en evidencia - no haberle perdonado que
Roberto Lavagna, en oportunidad de la Expoagro del 2007, lo haya
“despechado”, escogiéndolo como el candidato a Gobernador, como así también que le cuestionara jurídicamente su origen colombiano, lo que lo inhabilitaba para aspirar a conducir los destinos de la provincia de Buenos Aires. Bien asesorado
“El Colorado”, es consciente que el
“Oveja” no tiene votos. Solo conserva reconocimiento en los sectores ligados con la economía. En captación de interés popular, el
“desplasao”, rinde menos cero.
Estos procedimientos, muestran otro de sus
“costados flacos”, que deberían analizar los especialistas en psiquiatría:
“es rencoroso” y
“especulador en exceso”, aunque mencione a sus adversarios con el nombre de
“pila”.
Con sus declaraciones después del mediodía del miércoles, tras participar de un almuerzo para
“contemporizar” con
Solá y
Macri,
De Narváez cometió dos
“pecados” imperdonables en política, y que están relacionados con lo anterior.
El primero: oficiar de presunto
“Botón”, lo que habrá que ver si le perdonan los intendentes municipales del Conurbano con los que
“dice” conversar cotidianamente, por su condición de Diputado Nacional de la provincia de Buenos Aires, a la que se ha acostumbrado a visitar, pero que de acuerdo a lo que se registra en la secretaría legislativa de la Cámara Baja, jamás defendió en términos de presentación de proyectos para su tratamiento.
El segundo: poner en su
“boca”, lo que ya algunos salieron a desmentir rotundamente y que lo ubica en un dirigente que bien podría catalogarse como
“temerario”. Quién puede confiar en aquellos que
“diciendo” tienen la
“justa”, después de dialogar
“desparraman” a los
“cuatro vientos” lo que se habló. El silencio ó los secretos, no son una patrimonio solo de la política. Es parte de la vida de relación social, por lo que con sus manifestaciones, no ha hecho otra cosa que demostrar
“nula confiabilidad”.
Néstor Kirchner es desde este miércoles candidato por el Frente Justicialista para la Victoria de Buenos Aires. El juez Blanco rechazó las impugnaciones presentadas, y llega a ese lugar por decisión de un alto porcentaje de la dirigencia política del partido mayoritario en el territorio y el país.
El ex presidente de la Nación, con sus errores y aciertos, es el cabeza de lista de una compulsa que
“a priori” se presenta complicada para los gobiernos bonaerenses y nacional, pero que nadie puede poner en duda ha sido aceptada, al menos, por la gran mayoría de quienes adhieren a lo que puede llamarse el
“Auténtico Peronismo”.
Lo otro (encabezado por
De Narváez) es una
“mescolanza” que posiblemente un buen porcentaje del Pueblo puede admitir y hasta mirar con simpatía, pero que está lejos de pensarse pueda tener la concepción ideológica que apuntala al
Movimiento: Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política.
Se le
“saltó la chaveta”, como dicen en los pagos donde yo me crié, y si el Peronismo de la Provincia de Buenos Aires reacciona, quizá beberá de
“su propia” medicina, y le dirán como debiera corresponder que con el movimiento que crearon Juan Domingo y Eva, él solo puede exhibir los
“Trajes del General”, a los que accedió porque le
“sobra la guita”.
