martes, 16 de marzo de 2010

Ignorante ?

Pueden censurársele a la presidente de la Nación, acciones de gobierno, formas y métodos, pero hay que ser negado ó empalagado de si mismo, para calificarla de ignorante.

Las elecciones para el recambio constitucional se producirán en el 2011, y nadie duda que hay en la sociedad Argentina un estado de neurotismo elevado, lo que ha motivado que distintos sectores sociales, religiosos, políticos y judiciales, hayan convocado a bajar los decibeles.

Este martes la máxima autoridad eclesiástica del país fue recibida por la Suprema Corte de Justicia, y hoy hará lo propio, Cristina Fernández de Kirchner.

Así como las autoridades de la Nación, legítimamente constituidas, deberán considerar esta situación, también deben hacerlo quienes pretenden enfrentarlas en la contienda electoral del año próximo.

Ningún país de la tierra reconstituyó la base socio-cultural deteriorada, con una dirigencia incapaz de mirarse a si misma. Menos aún, si la construcción se ejecuta con cimientos plagados de rencor ó confundiendo la política con un match de boxeo, donde los contendientes deben intentar ganar, devolviendo “golpe por golpe”.

La calidad de quienes supuestamente se consideran “Estadistas”, no solo se mide en hechos concretados, sino también en las palabras. Cuando estas últimas bajan al terreno de la agresividad, amplificándolas a través de los medios de comunicación, bajo la creencia que el Pueblo respaldará las mismas, los muchos pasos imaginariamente dados hacia delante, se convierten - en cuestión de segundos - en un significativo retroceso.

Desde Perón hasta la fecha, Argentina no ha parido un dirigente capaz de autocalificarse, y tampoco ser considerado por las mayorías, como una figura de trascendencia internacional, al estilo del ex presidente chileno, Ricardo Lagos, por ejemplo. No bastan charlas ó conferencias armadas, en universidades europeas ó americanas, para calzarse un mote cuyo significado es excesivamente grande.

El porcentual que llevó a Cristina Fernández de Kirchner a la presidencia de la Nación, no fue para nada desdeñable. En lo personal - si bien a veces asoma la duda - trato de descreer de aquellos que maliciosamente señalan que el Pueblo suele equivocarse. Los votos la sentaron en la poltrona de Balcarce 50 hasta el 10 de Diciembre del año próximo. Con sus pros y contras, conduce los destinos del país, y es por ello que quienes dicen querer derrotarla con los votos, deberían ser cuidadosos en sus dichos, porque de lo contrario se convierten en “bomberos” apagando lo que interpretan está incendiándose, rociándolo con combustible.

Es de supina irresponsabilidad pública, cuando todavía falta bastante tiempo para las elecciones, utilizar términos impropios, aportados por consultoras/es de Perogrullo ó por heridas no cicatrizadas como consecuencia de “arrepentimientos” ó derrotas electorales sufridas.

Es de esperar que la señora presidente, sus ministros y colaboradores más inmediatos no pongan en marcha el ventilador.


Estos son momentos para mantener la calma, más allá de las convicciones ó determinaciones que se adoptan desde el Poder Ejecutivo Nacional. Hay en este último, la mayor responsabilidad, la que puede asumir y dejar en evidencia, cuando aparecen en el escenario político y mediático, dirigentes que actúan como “perros garroneros”, con el objetivo de desestabilizar emocionalmente al adversario e intentan arrastrarlo desde las bocamangas ó faldas a un terreno fangoso, donde el más perjudicado termina siendo el Pueblo.

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