Aunque sea lo último que escriba...

Intuyo que, desde algún lugar donde la burocracia se precia de hacer las cosas bien, han dispuesto firmar el certificado de defunción de un sueño abrigado desde joven, cuando abracé la actividad profesional periodística con una pasión casi desenfrenada.

Las circunstancias fueron llevando a que – más allá de la vinculación con la política – accediera a contar con un medio de comunicación que en épocas supo ser importante y de enorme penetración en una amplia región de la provincia de Buenos Aires e incluso en Estados vecinos.

Me hackearon el resto del comentario. Allá ellos. Alguno lo entenderá.