La pelota no se mancha...

Artemio López, amigo si los hay y con quién coincido en muchas cuestiones relacionadas con la vida del país, me sugirió por Twitter escribiera sobre el partido que disputaron Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires y Mauricio Macri, Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Le contesté de inmediato que no lo haría bajo las influencias de ningún analista en particular, lo que encerraba la decisión de hacerlo por lo que realmente pienso. Artemio, poseedor del blog más importante de la Argentina, respondió ante una consulta que realicé que "son reglas de juego, nada para arrancarse los pelos". Y, en verdad: estoy de acuerdo.

Pero, de todas maneras, no puedo dejar de expresar que si hubiese sido asesor de Daniel, no lo recomendaba. Como no lo soy, él hace lo que "se le cantan las gobelinas". Me parece bien. La política en el país, hoy no te obliga a pasar por demasiadas ventanillas. La sociedad acepta buenamente este tipo de cosas, que no son otra que un fuerte "marketineo", del que puedo estar en desacuerdo, pero que si lo expongo demasiado, navego "contra la corriente". 

Había razones objetivas para evitar el partido, mucho más que la foto con quién se perfila como un adversario de peso para las próximas elecciones legislativas y presidenciales en el país. La presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, aún se encontraba internada después de haber sido sometida a una intervención quirúrgica, y el propio Scioli expresado que debe hacer lo propio, como consecuencia de problemas renales. 

No le doy connotación política extrema a la fotografía, cuando también Macri jugó un partido de fútbol a beneficio, a poco de anunciar una suba sustancial en el boleto de los subterráneos. Mucho más serio, lo del Jefe de Gobierno de la CABA. Ante la andanada de críticas que levantó su decisión, lo mejor era quedarse en el "molde", y hacer de cuenta que observaba aquello que estaba sucediendo desde su despacho en la Buenos Aires, el que seguramente no debe padecer las consecuencias del calor que se sufre en los transportes en cuestión. 

Con respecto a Scioli, él lo ha señalado en alguna entrevista que al "voleo" leí por ahí. Está acostumbrado a este tipo de cosas, y seguir dudando de él, hasta cuando respira, me parece una falta de consideración. No debe ser gracioso que te tengan "agarrado de las bolas" desde la mañana a la noche. A esto que sufre el gobernador y que también sufrieron otros, oportunamente, y no solo desde el 2003 hasta el presente, hay que ponerle coto y para siempre. La provincia de Buenos Aires, es demográfica y geográficamente la más importante del país. Debe dejar de ser un ápendice de las decisiones de los gobiernos centrales. Es suficiente que se encolumne en la toma de decisiones, no saque los pies del plato y actúe en consecuencia frente a la demanda de la sociedad bonaerense. 

Nadie que lea este post, con el ánimo de pegarme un mazaso, tiene autoridad para hacerlo. Me jacto de conocer la provincia de Buenos Aires, como pocos. Y, también, de ser testigo de la forma en que se ha puesto "contra las cuerdas" reiteradamente a quienes han sido elegidos legitimamente por el voto popular. Así pasó con Armendáriz, luego con Cafiero, posteriormente con Duhalde, después con Solá y se hace lo mismo con Scioli. Este último sabrá como defenderse. Esa no es mi responsabilidad. No formo parte de su equipo, ni tan siquiera me ha llamado una sola vez, para saludarme en el último tiempo, pese a haber conformado el grupo de colaboradores que acompañó a su vicegobernador, Alberto Balestrini, entre el 2007 y 2011. 

Lo concreto es que una foto con Macri, a dos años de las elecciones, poco y nada importa. No mueve el amperímetro en la actualidad, por eso. Es inoportuna ?. Si. Las causas las expuse más arriba. 

Pero lo más inoportuno, es que Scioli crea que juega bien al fútbol, como así también Macri, y se hagan transmitir - por más benéfico que sea - por televisión. Como dijo Maradona: "LA PELOTA NO SE MANCHA"...