martes, 23 de febrero de 2010

Cristina y una lucha que no debemos dejar....




No han sido pocos los que en estos últimos años han cuestionado la política internacional del Gobierno Nacional. Quizá ciertos argumentos esgrimidos, contengan algún grado de veracidad, porque no resulta saludable encerrarse en las acciones que intenta liderar uno de los presidentes latinoamericanos, ya que sus gestos, palabras y hechos - a veces – aparecen como reñidos con la Democracia.

Las últimas horas han sido de un paso superlativo en las relaciones con los países de América Latina, y ello debe ponderarse en todos sus términos, más allá de las críticas que crípticamente expuse en el párrafo anterior.

La presencia internacional de la señora presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, siempre han sido cuestionados por analistas de medios, politólogos y dirigentes opositores, por hechos menores. Sus llegadas tardes a la foto y la ropa utilizada, llegaron a tener mayor espacio que sus dichos ó posturas sustentadas.

A fuer de ser sincero - no es precisamente el tema de los vínculos y la política internacional - uno de mis fuertes. Trato de tener una mirada que espero resulte objetiva sobre lo que ha venido aconteciendo desde que la señora primera mandataria, se hizo cargo de la conducción del país en el 2007.

La cuestión del avance de Inglaterra para la exploración petrolífera en aguas jurisdiccionales que por derecho propio nos pertenecen, porque el colonialismo no es para estas épocas, ha merecido la tapa de los matutinos, pero ha habido “pijoterismo” a la hora de ponderarlo e incluso también se transita por un camino angosto, cuando se dice que no “se quedó hasta el final de la reunión”. No hay que ser ingenuos. En política internacional, con 20 minutos de discurso, basta y sobra. Y por otro lado no hay que desmerecer el papel que desempeña el ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Jorge Taiana, en esta problemática.

Toda opinión da margen a la disidencia - la acepto de buen grado - pero no coincido con aquellos que señalan sistemáticamente que la señora presidente no ha cumplido con su promesa de tratar de lograr la inserción de Argentina en el mundo. Esto forma parte de la compleja postura cultural de nuestro Pueblo, el que suele quedarse en lo coyuntural, más que en lo profundo.

Cristina Fernández de Kirchner, con el derecho que le asignaron los votos que conquistó en el 2007, es donde ha demostrado que “hay un modelo”. Es el de mantener la interdependencia obligada en los tiempos que corren, pero tratando que no nos quieran arriar con el manejo de las decisiones que deben ser patrimonio exclusivo de los argentinos. Eso no es poco, cuando un buen porcentaje de los países del mundo, están obligados a hociquear ante las presiones de los sectores políticos y económicos más influyentes del universo.

No se arreglan fácil, estimo, los desaguisados cometidos desde que retornamos felizmente a la Democracia, en 1983. Olvidamos muy fácilmente los habitantes de este territorio magnífico de la geografía americana, que por obra, gracia y decisión de algunos de los gobiernos, establecimos relaciones carnales con los dueños del poder mundial, y el país se convirtió en una supermercado de baratijas que aún siguen pululando por las pequeñas, medianas y grandes ciudades; obviamos recordar que aún seguimos metidos hasta la médula en un endeudamiento internacional que no tiene fin, producto de una falacia económica que nos mantuvo con el famoso empate de uno a uno, durante casi diez años; evitamos recordar que siendo unos genios a la hora de instalar innovaciones en el mundo metalmecánico, hasta importábamos los tornillos para tractores, cosechadoras, sembradoras, y hasta las tranqueras eran Made in….; ya pasó a un plano casi ignorado que el país tomó un blindaje financiero de 20.000 millones de dólares y que al poco tiempo se nos impuso un Corralito y después un Corralón; no tenemos en cuenta que la actividad industrial creció desde el 2003 - aunque Ratazzi cuestione la falta de respeto a las leyes - porque desde Argentina se producen automotores de variadas marcas, cuyo mercado no solo es el interno, sino también el internacional.

En consecuencia - con humildad lo siento y escribo - que la señora presidente de la Nación y en ella incluyo a todo el Poder Ejecutivo Nacional, han logrado un ponderable triunfo que está lejos de ser a lo pirro.

Frente a un nuevo atropello del gobierno británico, de instalarse en la búsqueda de petróleo “a la vuelta de la esquina”, Argentina puso el tema en la consideración internacional y ojalá logre hacerlo en la comunidad nacional, porque aunque el slogan suene a un pasado para olvidar, tiene legitimidad: “Las Malvinas fueron, son y serán Argentinas”.

2 comentarios:

carlonchazo dijo...

Excelente post!

Anónimo dijo...

Sí, la verdad que está muy bueno!
Mario M.