sábado, 27 de agosto de 2011

Cuando el Ceremonial, puede más que la espontaneidad...


Cuando las reglas del ceremonial público pueden más que la espontaneidad y la sinceridad de los actos de quienes tienen responsabilidades gubernamentales, separa a los dirigentes de los ciudadanos.


Este viernes, asistí al acto de inauguración del ramal ferroviario “Lincoln-Realicó”. La presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, que se mostró en todo momento distendida y dispuesta a tomar contacto directo, como fluido con los asistentes, recibió varios regalos. Entre ellos, un hermoso poncho.


La Jefa de Estado, se sacó su tapado con pieles (el que se observa en la foto) con el que había llegado. Se enfundó. Todo parecía decidido: participaría del acto con el poncho sobre su cuerpo. No pasaron muchos minutos, y alguien del ceremonial se acercó y casi pareció exigirle el cambio. Volvió a la estética con la que había arribado.


El obsequio - más allá de constituir el hecho propio de la presencia de una figura de relevancia en el país - transmitía la decisión comunitaria para reconfortarla. Así pareció interpretarlo, Cristina.


La primer mandataria fue seguida, durante su presencia, con muestras de afecto y cariño, pero no tengo dudas que si las normas del ceremonial se hubiesen evitado, su imagen sobre el escenario y la recorrida posterior, estrechando la mano de los asistentes, no se habría interpretado como vulgaridad ó populismo, sino humanización y mayor cercanía con el Pueblo, el que agitaba sus manos, elevaba sus cánticos y alentaba, vestido con abrigos tejidos a pura aguja, jeans y camperas. .



1 comentario:

Marcelozonasur dijo...

"su imagen sobre el escenario y la recorrida posterior, estrechando la mano de los asistentes, no se habría interpretado como vulgaridad ó populismo, sino humanización y mayor cercanía con el Pueblo, el que agitaba sus manos, elevaba sus cánticos y alentaba, vestido con abrigos tejidos a pura aguja, jeans y camperas."

Creo pensar parecido. Pero cuando he comentado esto mismo ante amigos que creen en este modelo de país, me han dado una respuesta que me dejó pensando: "eso lo entendés vos, pero muchos lo pueden interpretar para cualquier lado".

¿Tienen razón?¿No tienen razón? es cierto, ver a Cristina bajo "nuestras ropas", agregaría mas calidez a su sola presencia. Pero HOY no podemos ni pestañar, no dejar ningún flanco distraido. Fijate que siempre ahn apuntado a revivir cosas que llevamos marcadas muy adentro... "la corrupción", "la riqueza de la presidenta", "el caso de las valijas de Amira Yoma", "es igual a 1995, voto cuota"... siempre instalan temas con parecidos, para que revivamos lo peor de nuestra historia. Si Cristina se enfundara en ponchos o alguna camiseta, no sé, de Las Leonas, ahí mismo sería banaliza y a pantalla partidfa aparecerían imágenes de un ex-presidente (nefasto) haciendo esas cosas. Por eso, ¿podemos darnos el lujo que se COMPARE ESTO CON AQUELLO? ¿Es lo mismo? Claro que no. Pero al común, al que mira 10 minutos de tele mientras se va a laburar, no tiene tiempo para análizar que un poncho no es igual a otro, pero rapidamente recordará que "hizo" el que usó aquel poncho. Todo un juego de mágenes mentales. No para los que creemos, confiamos y bancamos, sinó para aquellos que no y sobre todo, los que dudan. A esos hay que convencer.

Cristina no ha tenido problemas en ponerse un gorro en el Bicentenario. Tampoco tiene problemas en agarrar una bandera y hacerla ondear. Eso hizo hace un mes cuando pasó por mis pagos. Estaba distendida y dipuesta a recibir cariño. Pero lo de la ropa puede ser "usado" en su contra, como ya sabemos que hacen, descontextualizando, comparando vaciamente...

Otra de las razones que se me ocurre, que si lo hace con "unos", tiene que hacerlo con todos. Y si tiene que ponerse todo lo que le dan, por ahí no puede, no le queda bien, etc.

Que se yo, por algo debe ser que así lo decide. Y muchas cosas han hecho (ambos, Néstor y Cristina) para que desde acá no tengamos dudas que siempre será para bien. Al menos tiene el beneficio de la duda.

Para concluir, creo que en estos casos, lo ceremonial es parte de la gestión también.