Son interminables y hasta incomprensibles las decenas, centenares, miles de análisis que se realizan de las Primarias del pasado domingo. Sin obviar las mismas, muchos eluden lo que no es menor. Los jóvenes.
La presidenta supo interpretar, si bien hay un grupo que supera los 50 años, entre las que ella está incluida, la demanda social de cambios generacionales, los que deben realizarse por imperio de la biología, por decisiones personales ó por determinación política.
Se podrá estar de acuerdo ó en desacuerdo con las formas, pero es evidente que - a su manera -Cristina supo hacerlo, a la par de incorporarlo al discurso como una letanía, en los últimos tiempos.
Los analistas hacen hincapié, cuando desagregan los votos, en el el comportamiento de los sectores que mantienen diferencias con las políticas del gobierno, como así también en lo que consideran “sorpresivos” resultados en distritos donde se votó previamente, para Jefe de Gobierno ó Gobernador de provincia.
Atados al discurso de sectores de la oposición sobre el accionar ¨rentado¨ de jóvenes que adhieren a Cristina, se olvidan de quienes, cuando por sentirse solo mencionados ó arengados a formar parte, actúan – electoralmente - con esperanza, retribuyendo con el voto.
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