Estoy harto de la mediatización de la política…
Es contradictorio en quién se ha relacionado íntimamente con la comunicación social y tiene sus raíces profesionales en la misma…
Andrea, a quién aprendí a conocer y querer a través de Internet, se ha sorprendido por esta afirmación expuesta en uno de los Facebook…
Le prometí que haría un largo post sobre el particular…
No cumpliré con la palabra. Solo dejaré unas modestas y concretas opiniones…
La política siempre será cuestionada, por más que todos – en mayor ó menor medida – la practiquemos…
Buena parte del prestigio perdido en Argentina, considero es, porque en los últimos tiempos se ha constituido en una actividad distante, a partir de la fuerte sobrestimación en buena parte de la dirigencia del valor televisivo, gráfico y radial. Quién no aparece aunque sea un segundo, cree no existir…
Se puede romper con esa idea, si se vuelve al contacto directo con el Pueblo, propietario exclusivo del presente y del futuro, más allá de la existencia de los factores de poder económico, social y comunicacional…
Los dirigentes ó quienes pretendan serlo deben tener un contacto directo, fluido, sin reloj en las muñecas, con aquellos que confían en la Democracia, como único método posible de hacer realidad sueños y esperanzas…
No se trata de obviar lo mediático u otras vías que se han encontrado para comunicarse, pero si de retomar lo que no puede considerarse como viejas prácticas…
Es contradictorio en quién se ha relacionado íntimamente con la comunicación social y tiene sus raíces profesionales en la misma…
Andrea, a quién aprendí a conocer y querer a través de Internet, se ha sorprendido por esta afirmación expuesta en uno de los Facebook…
Le prometí que haría un largo post sobre el particular…
No cumpliré con la palabra. Solo dejaré unas modestas y concretas opiniones…
La política siempre será cuestionada, por más que todos – en mayor ó menor medida – la practiquemos…
Buena parte del prestigio perdido en Argentina, considero es, porque en los últimos tiempos se ha constituido en una actividad distante, a partir de la fuerte sobrestimación en buena parte de la dirigencia del valor televisivo, gráfico y radial. Quién no aparece aunque sea un segundo, cree no existir…
Se puede romper con esa idea, si se vuelve al contacto directo con el Pueblo, propietario exclusivo del presente y del futuro, más allá de la existencia de los factores de poder económico, social y comunicacional…
Los dirigentes ó quienes pretendan serlo deben tener un contacto directo, fluido, sin reloj en las muñecas, con aquellos que confían en la Democracia, como único método posible de hacer realidad sueños y esperanzas…
No se trata de obviar lo mediático u otras vías que se han encontrado para comunicarse, pero si de retomar lo que no puede considerarse como viejas prácticas…
El puerta a puerta, el timbreo, recorrer comunidades, barrios, sociedades de fomento, organizaciones no gubernamentales, instituciones deportivas, entidades de bien público, etcétera. Sin promesas. Con los oídos abiertos y toda la atención para recibir propuestas, ideas y recepcionando inquietudes…
Siempre la demanda superará a la oferta, pero hay una opinión generalizada no expuesta en forma terminante, pero excluyente: ser escuchados para sentirse parte…
Quienes viven avisando que concurrirán a los programas de televisión, sigan buscándose desesperados en algunas líneas de los diarios ó tratando de salir por las radios, se encontrarán - y no pasará mucho tiempo - con que han estado equivocados. La realidad no pasa – únicamente - por el “rectángulo bobo”, la tinta ó la voz que penetra sin pedir permiso…
Como dijera Pepe Mujica en su discurso del domingo: “en este lugar no deberíamos estar nosotros…deberían estar ustedes”. Lo hizo refiriéndose al Pueblo que bajo la lluvia festejaba, frente al palco que él recorría micrófono en mano.
No sería de extrañar que si el mundo sigue girando en la dirección de los medios, las palabras del presidente electo de Uruguay se hagan realidad, por imperio de las circunstancias que están empeñándose en cristalizar los que abandonan paulatinamente, la más preciosa maravilla que tiene el Hombre (entiéndase genéricamente): "poder establecer los vínculos directos, sin necesidad de contar indefectiblemente, con sobrevalorados intermediarios"…
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