El sueño de una Argentina Federal fue inculcado desde pequeño, no solo por maestros con fanático ideal nacional, sino también por los progenitores, quién sin ser académicos de ninguna naturaleza - solo luchadores de la vida, transmitían en cada una de las conversaciones que establecían ese arraigado sentimiento, donde puntualizaban en la necesidad de un país que diera respuestas equitativas en la distribución del ingreso y ecuanimidad en el desarrollo demográfico y económico.
Si bien cada uno tenía su propia ideología que los llevaba a confrontaciones, siempre coincidían en un mismo punto: aspiraban a un Nación justa, libre, soberana, con un slogan que escuché e hice propio - superado los cuarenta años - y que les cabría muy bien: “Nunca igualaban para abajo, siempre lo hacían para arriba”.
Mis Padres, que tuvieron la oportunidad - ya de grandes - conocer lo más bello y productivo por fuera de la Pampa Húmeda Arenosa, donde trabajaron sin cesar durante sus 82 y 78 años, taladraban en el oído de dos hijos sobre las bondades que iríamos a gozar si podíamos completar los estudios e incorporábamos a la discusión de las más superadoras ideas de Argentina. No produjimos la satisfacción de poder asistir a sala alguna de carácter universitario donde recibiéramos el diploma que les hinchara el pecho de emoción, pero estoy convencido dejamos satisfecha su aspiración que creyéramos en el lugar donde nacimos y vivimos, apostando al esfuerzo de todos los días y evitando en todo momento suicidar la esperanza.
Cuando hace pocos días tuve la ocurrencia de escribir en el post - a manera de chanza - que aspiraba a ser presidente de la Nación en el 2011, como consecuencia del “amague” de Eduardo Duhalde, después surgieron algunos instantes donde intenté eliminar el post e inclusive expresar - en otro - que se trataba solo de un “ensayo irónico”, a partir de la realidad que nos toca vivir a quienes habitamos este “bendito suelo argentino”.
Transcurridas varias horas de aquella circunstancia, donde no hice otra cosa que exponer impresiones muy sentidas sobre lo que creo nos sucede, he leído como pocas veces lo he hecho. Escuché opiniones de dirigentes argentinos, con la atención que nunca había puesto.
Se repite hasta el cansancio que la dirigencia nacional debería tomar el ejemplo de Brasil, que hace 30 años estaba muy por debajo nuestro en la distribución del Producto Bruto Interno.
Si bien cada uno tenía su propia ideología que los llevaba a confrontaciones, siempre coincidían en un mismo punto: aspiraban a un Nación justa, libre, soberana, con un slogan que escuché e hice propio - superado los cuarenta años - y que les cabría muy bien: “Nunca igualaban para abajo, siempre lo hacían para arriba”.
Mis Padres, que tuvieron la oportunidad - ya de grandes - conocer lo más bello y productivo por fuera de la Pampa Húmeda Arenosa, donde trabajaron sin cesar durante sus 82 y 78 años, taladraban en el oído de dos hijos sobre las bondades que iríamos a gozar si podíamos completar los estudios e incorporábamos a la discusión de las más superadoras ideas de Argentina. No produjimos la satisfacción de poder asistir a sala alguna de carácter universitario donde recibiéramos el diploma que les hinchara el pecho de emoción, pero estoy convencido dejamos satisfecha su aspiración que creyéramos en el lugar donde nacimos y vivimos, apostando al esfuerzo de todos los días y evitando en todo momento suicidar la esperanza.
Cuando hace pocos días tuve la ocurrencia de escribir en el post - a manera de chanza - que aspiraba a ser presidente de la Nación en el 2011, como consecuencia del “amague” de Eduardo Duhalde, después surgieron algunos instantes donde intenté eliminar el post e inclusive expresar - en otro - que se trataba solo de un “ensayo irónico”, a partir de la realidad que nos toca vivir a quienes habitamos este “bendito suelo argentino”.
Transcurridas varias horas de aquella circunstancia, donde no hice otra cosa que exponer impresiones muy sentidas sobre lo que creo nos sucede, he leído como pocas veces lo he hecho. Escuché opiniones de dirigentes argentinos, con la atención que nunca había puesto.
Se repite hasta el cansancio que la dirigencia nacional debería tomar el ejemplo de Brasil, que hace 30 años estaba muy por debajo nuestro en la distribución del Producto Bruto Interno.
Después de 16 años de gobierno del sociólogo Fernando Henrique Cardoso e Ignacio Lula Da Silva, nos ha superado holgadamente, al punto que 27 millones de habitantes del vecino país que se encontraban en la pobreza se han incorporado a la clase media brasileña, entre tantos otros logros.
El ex gobernador de Córdoba, José Manuel De La Sota, en declaraciones que formuló al programa que conduce Mariano Grondona por Canal 26, señaló que Lula no hizo mucho nuevo. Simplemente continúo con lo bueno, modificó aquello que no estaba a la altura de las circunstancias y paulatinamente se fue convirtiendo en líder.
De La Sota expuso con la verba propia de un hombre de la política.
Sin tratar de interpretarlo y para ser más simple, habló de Políticas de Estado, y de paso también se refirió a la capacidad intelectual del ex presidente chileno, Ricardo Lagos, hoy considerado uno de los estadistas más sobresalientes que haya parido la América Latina en los últimos cincuentas años.
El gran adversario del Senador Nacional electo por su provincia, Luis Juez - pese a los errores que éste suele achacarle en la gestión pública - habló del federalismo en todas sus formas, aunque el tiempo en televisión suele ser tirano. Transmitió la expectativa de que el peronismo de cara a las próximas elecciones, primero concurra a una interna para dirimir sus candidatos, como así también sepultar para siempre el maniqueísmo y dejar de lado las discusiones estériles sobre el conservadurismo ó el progresismo, para apostar a una Argentina con un sistema semiparlamentario que permita a quienes conducen, dar cuentas de lo hecho y por hacer.
Por sobre todas las cosas rescato de los dichos del dirigente peronista, quien dijo estar colaborando con las autoridades de nuestros vecinos y haber tenido diferentes encuentros con Lula, su postura en torno a la necesidad de conocer el país de punta a punta, la distribución de cargos por fuera de los amiguismos tan comunes en la política nacional y establecer un sistema de elección de candidatos mediante el sistema de primarias, similar al que se utiliza en los Estados Unidos.
Nada me une a De La Sota, solo el reconocerle que fue, es y quizá sea uno de los mejores oradores que haya mostrado la política desde la reinstauración de la Democracia en 1983. Lo dejó en evidencia, aunque no le alcanzó, en aquella interna peronista donde acompañó en la fórmula a Antonio Francisco Cafiero.
Sería necio excluír la relevancia de sus dichos, porque guardan estricta relación con aquellos que aspiramos a jugar una partida difícil en la Argentina que se viene, pretendiendo previsibilidad, aunque deban enfrentarse los vaivenes propios de cualquier Nación.
El Federalismo es una de las grandes deudas pendientes de la historia nacional, solo llevada a la práctica por Juan Domingo Perón y Arturo Frondizi. Ninguno de los dos pudieron ver concretada su obra. Las interrupciones del sistema democrático, y esa despreciable manía que “nunca nada nos conforma”, y las contradicciones que se han hecho carne en el espíritu de la mayoría de quienes aspiran a hacerlo ó conducen los destinos del Pueblo, imposibilitan se materialice la principal posibilidad para que podamos reinsertarnos en la vida internacional, como confiable tierra para la inversión y la inclusión mayoritaria, logrando que nos envidien los países vecinos, y aquellos que no lo son.
Dentro de esa concepción que inspiró a quienes redactaron nuestra Constitución Nacional, se encierran innumerables aspectos, entre ellos el consenso, el debate sobre la inmigración interna y externa, la discusión sobre la distribución del ingreso, el desarrollo industrial, la coparticipación de impuestos, el potencial agropecuario y su aporte a las arcas del Estado para su eficaz desenvolvimiento.
Las teorías sobre de que forma Argentina puede retomar el rumbo que en alguna época la supo distinguir, son muchas, pero tengo la convicción porque lo he mamado desde niño y animo a certificarlo, que en este punto está una de las claves para encontrar la salida, porque aunque haya existido el enfrentamiento entre Unitarios y Federales, da la impresión con el transcurrir de los años, no haber tenido ni ganadores, ni perdedores.
Consecuentemente, tampoco dejó una lección que los dirigentes del pasado – salvo excepciones ya expuestas – y los del presente, puedan asumir como aprendida.
2 comentarios:
¡Felicitaciones!
Interesante e inteligente texto.
(Si presenta candidatura para el 2011... ¡cuenta con 1 voto! Jeje.)
Solo sabemos que somos los únicos que podemos cambiar esta historia, que desde 1983, cuando se instalo LA DEMOCRACIA EN NUESTRO PAIS, y hasta el día de hoy nunca hemos tenido ningún tipo de participación en la gestión de distintos PARTIDOS POLITICOS y soportamos a cada uno que vino con su librito de magia para solucionar los problemas que supuestamente lo creamos los ARGENTINOS, por siempre fuimos, somos y seremos los culpables de las catástrofes que crean, dejan y dejaron los que siempre dijeron ser los salvadores de ARGENTINA, creo que no tenemos que permitir que nos sigan mintiendo como hasta ahora, y pensar en esta propuesta.
YO, WALTER ARAUJO, les pido que me acompañen COMO CANDIDATO PRESIDENTE DE LA REPUBLICA ARGENTINA, en esta gran patriada que para mi seria una gran oportunidad de demostrarles a los ex funcionarios de MI PAIS y a los actuales que con lo que se recauda se puede hacer muchas cosas, no solo guardar la recaudación para la campaña política.
Yo, no tengo plata y soy feliz con lo que tengo, que es bien obtenido, que es por mi esfuerzo el de tener que cumplir con mis tareas diarias en mi trabajo y de la misma manera lo realizare en mis actividades como PRESIDENTE DE LA REPUBLICA ARGENTINA, eso se logra con el apoyo de todos los ARGENTINOS, “solo por ignorancias o mala fe se puede exigir soluciones inmediatas para problemas que fueron profundizados durante tanto, (palabras del compañero JOSE IGNACIO RUCCHI), si Uds. Quieren cambiar la ARGENTINA, vótese a Ud. Mismo no por que votándome a MI, esta la solución, soy parte de la solución, se votaría a Uds. Mismos, y si nos juntamos somos la mayor fuerza política del PAIS.
Yo, no voy a ser hipócrita y decir que no quiero ser PRESIDENTE DE LA REPUBLICA ARGENTINA, ¡SI LO QUIERO SER, ¿QUE LES PASA A LOS POLITICOS TIENEN MIEDO? DE ENFRENTAR A UN CIUDADANO ARGENTINO PERONISTA, Por que soy un trabajador, POR QUE SE COMO HACER BIEN LAS COSAS Y CON LA PARTICIPACION DE LOS ARGENTINOS “En este aspecto los delincuentes comunes que se resisten a amalgamarse en una sociedad productora, son parangonables con los delincuentes políticos y económicos, empeñados en defender un estado de cosas que no puede seguir ya en vigencia. (palabras de JOSE IGNACIO RUCCHI),
Estoy seguro que los políticos van a DEJAR de llenar sus bolsillos y los HABITANTES DE LA REPUBLICA ARGENTINA, QUE SIEMPRE FUIMOS MARGINADOS Y POBRES TENDREMOS NUESTRO REDITO COMO LO CORRESPONDE, ESTO, También marca que los Dirigentes Sindicales o MULTI SECTORIALES, C.G.T.RA. CTA. CENTRALES DE TRABAJADORES DE GEMIOS HERMANOS tendrán las puertas abiertas para el dialogo y el consenso para que ningún ARGENTINO se quede sin trabajo y tenga que sentirse perseguido O DISCRIMINADOS. “ ahora el fragor de las luchas ha pasado a convertirse en historia. La realidad de nuestro días es la unión, el trabajo y la paz. (palabras de JOSE IGNACIO RUCCHI).
RAMON WALTER ARAUJO
CANDIDATO A PRESIDENTE DE LA REPUBLICA ARGENTINA 2011
0378315394578
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