Diseñando el futuro con un amigo periodista en horas de la mañana del miércoles, surgió un tema que es gravitante para concretar los anhelos de la mayoría de los argentinos: contar con vivienda propia.Recorrimos con la memoria distintos lugares del interior del país, y llegamos a congeniar que no hay mucho para inventar, porque sobran los buenos ejemplos político-institucionales. Solo – hace falta - poner el esfuerzo en multiplicarlos. Traerían aparejados mayor felicidad al Pueblo de la Nación.
Sin dejar pasar por alto que - tanto oficialistas como oposición – solo parecen poner la mirada en cuestiones de neto corte electoral, nos detuvimos en la idea que fue discutida fervientemente, pero materializada con éxito en el distrito donde transcurren algunos de los días de cada mes: Trenque Lauquen.
La aplicación de la Plusvalía, dirigida a morigerar los precios del mercado inmobiliario y aspirar a que todos los vecinos tengan su terreno propio, abrió un mercado que parecía solo destinado a sectores de mayores ingresos. La idea, resistida en un principio, fue lanzada por el actual intendente municipal, Dr. Jorge Barracchia.
Su aplicación es más compleja, y en otro post, vamos a tratar de exponerla con su palabra escrita ó dicha. La instaló sobre la mesa de debate y su equipo la ejecuta. De todas maneras vale puntualizar algunas cosas, a manera de adelanto:
- La Municipalidad se hace cargo de todos los trámites que corresponden ante la provincia y obras complementarias (gas, agua corriente, desagües pluviales y cloacales), cuando un privado decide proceder al loteo de los predios ubicados en las cercanías de la planta urbana.
- Por el hecho de brindar esos servicios, un porcentaje de los terrenos queda en poder de la comuna. Los saca a la venta a un valor accesible para las familias de menores recursos.
- El propietario del predio se queda con la mayor parte, pero la Municipalidad se adjudica un porcentual para nada insignificante que permite la posibilidad de promover el crecimiento armónico y para todos.
Es una forma de ir haciendo realidad lo que podría asemejarse con el Plan de Normalización Nominial que se lleva a cabo en la provincia, desde hace muchos años.
Concluimos al final de la conversación sobre los “Objetivos 2011” que es posible trasladar este tipo de proyectos a todo el territorio argentino.
Hace falta voluntad, saber imitar, no pensar “para mi cuanto hay”, caminar y caminar por la geografía del país y evitar que metan las narices las corporaciones.
Lo mejor para alcanzar el “Bronce de la Historia” es trabajar por la dignidad de los demás.
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