Acompañado por un cura, por las dudas tenía que recibir la extremaución, el ministro de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación descendió del vehículo, y caminó junto a productores que partieron de General Villegas con destino a Luján.
“Yo estoy acá –dijo Domínguez- porque tengo la responsabilidad de servir al hombre de campo y porque entiendo que el que no vive para servir no sirve para vivir”.
Al ministro lo había enviado la presidente de la Nación
Se las aguantó y no le fue mal...
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