No es necesario hacer la "perogrullada" de análisis largos y con detalles.
Las tres mujeres que aparecen en la foto, son madres de secuestrados-desaparecidos durante la dictadura militar.
Elena Pettiná, nunca más vió a su hijo, Ricardo, que cursaba estudios en La Plata. Residía en la Casa del Estudiante de Trenque Lauquen, propiedad del municipio. El mismo día se llevaron a Sangla y Pettiná. Los tres pertenecían a esforzadas familias de esta ciudad del Oeste de la provincia de Buenos Aires. Sus compañeros de aquel entonces, los recuerdan con afecto y se les anuda la garganta.
Elena Pettiná, no ha gozado, ni goza de ningún beneficio público. Tiene 86 años y no pierde la esperanza de encontrarse con su hijo.
Lidia Frank, fue encerrada en el baño del departamento que ocupaba su hijo, Ricardo, en oportunidad de una visita que le realizaba. Un grupo de tareas de la dictadura militar se lo llevó. Solo ha podido saber de él: la última vez que se lo vió estaba detenido en la ESMA.
Lidia Frank, es docente jubilada. Tiene 87 años y está convencida que se encontrará con Ricardo, alguna vez.
Josefina García de Noia, tiene una hija torturada-secuestrada-desaparecida en 1976. Fue una de las primeras cuatro mujeres que el 30 de Abril de 1977 comenzó a caminar por la Plaza de Mayo. Pertenece a la Línea Fundadora de las Madres.
"Pepa", como se la conoce, cumplió 90 años. No tiene noticias de su hija, Lourdes, desde octubre de 1976. Reflexiona: "si uno se abandona, a la larga, termina todo mal. No se puede abandonar, porque hay que seguir luchando".
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