Se ha iniciado una fuerte campaña de difusión en toda la "línea" de la Ruta Nacional número 5, desde Luján (Provincia de Buenos Aires) hasta Santa Rosa (capital de la provincia de La Pampa), con el fin de concientizar a las autoridades del Gobierno Nacional sobre la necesidad de convertir a este corredor, en Autovía.
La idea surgió en Carlos Casares, distrito muy conocido por la producción de Girasol y luego por la fuerte presencia en el mercado agropecuario del Grupo Los Grobo, considerados los "Reyes de la Soja". A principios del mes de febrero, el diputado provincial de La Pampa, Doctor Hernández, presentó un proyecto en la legislatura de ese Estado, con el fin de impulsar a las autoridades de las provincias por las que cruza la ruta, para que se involucren en el petitorio.
Un pequeño pueblo de Buenos Aires, Pellegrini, comenzó a movilizarse en la misma dirección, a raíz de un grave accidente de tránsito ocurrido a la altura del distrito de Alberti que cobró cuatro víctimas, oriundas de la comunidad.
Por la ruta de referencia se transporta gran parte de la riqueza agropecuaria de la que goza Argentina.
El 70 por ciento de la producción ganadera surge de La Pampa y distritos de la provincia de Buenos Aires, emplazados a la vera de esta cinta asfáltica que tiene su kilómetro Cero, en la avenida Rivadavia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por ella se produce también un intenso tránsito hacia el sur argentino, en temporada turística alta.
En su trayecto hasta la capital pampeana y viceversa, han quedado tronchadas las vidas de familias enteras, y el número de accidentes se incrementó en los últimos tiempos, a partir de una mayor cantidad de vehículos en circulación, producto del crecimiento económico que ha experimentado el país, como así también por el tránsito pesado que se moviliza hacia los centros de mayor concentración urbana y el puerto de Buenos Aires.
Es un legítimo reclamo de quienes han empezado a recorrer medios de comunicación y establecer contacto con autoridades que pueden decidir sobre el particular.
Existe clara conciencia de la envergadura de la inversión que representaría una Autovía, pero teniendo en cuenta que oportunamente se había anunciado el ensanchamiento de la ruta, hasta los pagos de los Grobocopatel, y en los últimos tiempos se comprueba el trabajo de mejoramiento en algunos tramos, como también una ampliación de treinta centímetros por mano, en otros, la movilización de carácter mediático y político, adquiere mayor legitimidad.
Si bien, son las finanzas públicas las que "mandan" en estas obras de gran envergadura y se han dispuesto trabajos que no alcanzan a satisfacer la demanda, quizá las autoridades nacionales estén a tiempo de frenar lo que se está haciendo e impulsar la concreción de la Autovía, de poco más de 550 kilómetros de extensión.
De ser así, se estaría ante la posibilidad de menguar los accidentes, pero también agilizar el movimiento económico que produce una parte de la Argentina Profunda.
Nota: la imagen que acompaña el post, muestra el estado en que quedó el vehículo que desde Pellegrini se dirigía a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y en el que viajaban los papás y sus dos hijos, los que fallecieron en forma instantánea al incrustarse en la parte trasera de un camión que transportaba granos.
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