lunes, 23 de febrero de 2009

De "Ciudad Ecológica" a "Ciudad de la Barbarie"...

La compleja relación Campo-Gobierno, aunque las encuestas no lo revelen, ya nos tiene cansados a todos.
Se ha prolongado más de lo que el espíritu colectivo puede soportar.
Las comunidades del interior asisten, en su gran mayoría, ya impávidas a la crónica situación. Se observa desconcierto, máxime si se tiene en cuenta que el país no está aislado del Mundo y es fácil comprobar la crisis económico-financiera más profunda de las que se tenga memoria.
El sector agropecuario logró lo que nunca antes había conquistado: "que se lo tenga en cuenta como fuente indiscutible de recursos y movilidad económica".
El Gobierno evidenció una actitud remisa a dar respuestas rápidas que satisfagan la demanda, especialmente en lo referido a la eliminación de retenciones, como así también a la apertura de las exportaciones en carnes y leche. De todas maneras ha tenido aciertos, cuyos resultados quizá se medirán mejor a futuro, pero que han perseguido satisfacer las necesidades de los sectores más postergados de la sociedad, tratando de sostener una compleja realidad que heredó y trató de administrar con el que ha creido - posiblemente - es el mejor de sus manuales.
La prolongación del conflicto ha permitido que actores de la ciudadanía discutan las razones por las que avanzó la frontera agrícola en base a lo que bien podría considerarse el "Monocultivo": La Soja.
Hasta los propios integrantes de las entidades gremiales agropecuarias que han oficiado de voceros durante cerca de un año, habían olvidado la importancia de la Ganadería y Lechería. Estas dos actividades, por lejos, con mayor generación de mano de obra y desarrollo que la implantación y posterior cosecha del "Pétroleo Verde". Este ha constituido y constituye para los inversores, un negocio rentable. En tanto, los productores de carne y leche se están cayendo de a pedazos. Hubo incapacidad de saber debatir este tema, allá por el año 2006, cuando se aplicaron restricciones a la exportación. No fueron pocos los que se hicieron los distraídos y ahora ponen el "grito" en el cielo.
La protesta del campo los ha "subido" a la política. Y algunos políticos se han "subido" a la protesta. Lo hacen sabedores de la "oportunidad", aunque no explican como se puede salir del "brete", teniendo en cuenta que muchos de ellos tampoco hablaron cuando el "viento comenzó a soplar en contra". Reclaman del Gobierno soluciones y contraatacan, pero se escuchan escasas propuestas como enfrentar la gobernabilidad y el sostenimiento del Estado, si se resolviera responder a la eliminación de los derechos de exportación.
En la ciudad donde decidí asentar muchos de mis "reales" la vida siempre ha sido pacífica y privilegiado el buen trato. Sin embargo, en los últimos tiempos ese clima enrareció. Ello afecta el estado de ánimo general y consecuentemente aminora posibilidades de desarrollo. El nivel de confrontación, aunque no se ha llegado a grados extremos, nos retrotrae al subdesarrollo. Y ello queda demostrado en la fotografía que acompaña este post.
Quién conozca la forma en que se mata a los vacunos, por más que se deleite con el consumo de carnes, no sale de la sala de una planta frigorífica sin deseos de vomitar y grabado para siempre en la memoria, el sacrificio. El animal pasa por una reducida manga y se lo detiene frente a lo que podría denominar un "rifle". Se le asesta un disparo en la cabeza. Ya muerto, está listo para la faena. Una circunstancia desagradable y la que no es mostrada a los consumidores. La realizan expertos en la materia que, con el transcurrir de las horas y días, lo asumen como algo normal.
Los niños desconocen totalmente las formas. Sin embargo, en el día de ayer, un ternero aparecía ahorcado en un cartel inutilizado de lo que fue una Estación de Servicio, en el tramo comprendido entre el acceso a Trenque Lauquen y la rotonda que une la ruta nacional 5 con la número 33. Eran muchos los automovilistas que provenientes del sur argentino, ante la inminente culminación de las vacaciones se detenían a observar la imágen que en el post está transformada en fotografía. Con los teléfonos celulares y máquinas digitales registraban al animalito colgado, enmarcado en la protesta del sector agropecuario.
Quienes lo hicieron tuvieron imaginación, pero es censurable en todos sus términos.
Hiere la sensibilidad de los mayores. Inimaginable la de los chicos.
Es de mal gusto y reprobable.
Trenque Lauquen alcanzó repercusión internacional por ser una "Ciudad Ecológica".
Ahora, seguramente, podría llegar a considerársela la "Ciudad de la Barbarie".
Como siempre me resistí a toda manifestación que excediera los límites, hoy no puedo menos que transmitir la sensación de tristeza que produjo tener que registrar la fotografía y hacerla conocer a través de la blogósfera.
Seguiré resistiéndome hasta el último de los suspiros a la falta de sensatez, intolerancia, agresividad verbal ó física, egoísmos, oportunismos, carencia de solidaridad y generosidad, en el marco del sistema democrático.
Quiero y deseo como la mayoría de los habitantes de esta bendita Tierra Argentina que prevalezca la razón, credibilidad, prudencia y grandeza colectiva.
La imágen, da la impresión que esta ambición de la que quizá no pueda disfrutar, tampoco alcanzará a mis hijos y futuros nietos, porque seguimos empecinados en impedir convertirnos en una Nación.

2 comentarios:

Brujofer dijo...

¿Se puede caer más bajo?
Muchas veces me pregunto esto ante los actos que observo todos los días.
¿Se puede ser más estúpido, más egoísta?
Esta foto dice que SI a todas estas preguntas.
Me da verguenza ser humano.

Anónimo dijo...

Claro, los pibes que se mueren de hambre o por paco todos los días no afectan. Un ternero pedorro que puede haberse muerto solito sí...