Que la lluvia les enfríe la cabeza.....

A la hora de disponerme a subir este post está lloviendo en distintos lugares del país, por lo que me pareció que la foto que extraje de www.criticadigital.com podía ajustarse a lo que se viene percibiendo en la opinión pública Argentina, a la sazón la más perjudicada por todos los "dimes y diretes" que se instalaron desde hace más de un año, como resultado de lo que se ha dado en llamar conflicto "Campo-Gobierno".
El agua no solo mejora expectativas en las provincias productivas, sino que también baja la temperatura corporal y espiritual que se busca instalar por todos los medios al alcance, en la opinión pública nacional.
Días pasados el ex Jefe de Gabinete de la Nación, Alberto Fernández, dijo en un Canal de Televisión Satelital que "los argentinos siempre llegamos hasta el borde del precipicio, nunca nos caemos, saltamos y en consecuencia no encontramos las soluciones". Se lo había dicho un ministro boliviano a un amigo suyo. Y el funcionario del país vecino, no se equivoca.
Es cierto que no nos va como quisieramos, pero tampoco estamos en el apocálipsis. Se quiere discutir lo que es indiscutible. El Mundo se está cayendo de a pedazos, y a nosotros nos viene rozando, pero todavía estamos un tanto lejos de padecer idéntica situación. Sin embargo se levantan voces que presagian la caída más abrupta, y menos mal que hay reservas suficientes en el Banco Central y una férrea autoridad política en hombres intimamente ligados con la conducción del Estado.
El campo sigue redoblando apuestas, y los mismos que lo "fundieron" con el famoso "1 a 1" de Carlos Menem y Domingo Cavallo, se suben a ese "carro cubierto de insatisfechos". Argentina posee, y lo dicen informes privados ó estatales, que hay más de 15 millones de toneladas de soja almacenadas en silos bolsas y plantas del interior del país. A ello debe sumarse, una cifra cercana a las 10 millones de toneladas correspondientes a maíz y trigo. Si no venden, la responsabilidad no es de las autoridades. No lo hicieron el año anterior cuando el sector prolongó la protesta y el valor de la tonelada alcanzaba niveles que después bajaron, puntualmente en soja. Hoy el valor del "Petroleo Verde" no es desdeñable, sin embargo siguen se remitir el producto para la exportación, a la espera de mejores tiempos, en un panorama internacional sumamente complicado ó de rebajas en las retenciones, que en este producto no debería haber. La Soja ha sido pilar importante de la recuperación económica, pero la sociedad debe tener en claro que es biólogicamente transformada (transgénica) y que su perdurabilidad ante las plagas, se combate con uno de los venenos más lapidarios (Glisfosato) para la tierra, con incidencias seguras en la calidad de vida, ya que mata todo lo que encuentra a su paso. Por otra parte hasta estaría produciendo problemas graves en cuencas de agua importantes, que constituyen reservas para el consumo de la población.
La frontera agrícola se amplió gracias a la siembra directa y a la "locura sojera". No está mal que ello haya acontecido, Ignorar sus implicancias negativas, es jugar con el bien más preciado del hombre: La Vida.
Hay que ser contundentes a la hora de explicar los beneficios, pero también perjuicios que ello ha provocado. En los primeros exceden la cuestión de la salud y los bolsillos llenos de muchos productores. Desplazó la importancia de la Ganadería y Lechería, dos de los sectores más castigados en los últimos años, al punto que quienes se dedican a esta actividad no han tenido la misma fuerza política y mediática de Monsanto, y sus "socios".
El conflicto descalabró el estado de ánimo que venía a favor hasta principios del año anterior, cuando Lostó comunicó la resolución 125.
De todas formas, es muy de necios, señalar que el país se detuvo. Argentina siguió en marcha y ahora como resultado de la crisis internacional, el panorama no se presenta por demás de halagueño, reconocido esto por la propia presidente de la Nación, cuando reclama esfuerzos compartidos, ó de Carlos Reutemann cuando convoca a sentarse a todos en una misma mesa y dejar de lado intereses sectoriales, individuales ó de grupos.
Todo Gobierno comete errores. Y este no podría haber sido la excepción, pero seguir insistiendo con la "camnpanilla" del desastre, cuando pocas son las ideas que se vuelcan para tratar de iniciar otro tránsito diferente, constituirá un boomergan para los "pesimistas", "oportunistas", "saltimbankis", que no podrán argumentar ni una palabra cuando se les "tire toda la mercadería encima", producto de haber fracasado a la hora de gobernar e imposibilitar una Argentina estable.
El PUEBLO se está hartando hasta los tuétanos de tanta "mala onda", donde prevalecen fuertemente la hipocresía, necedad, falta de conducta y posiciones transparentes.
Nadie puede anticipar, faltando aún tantos meses, quién puede ganar las elecciones de Octubre. La lluvia de estas horas ojalá sirva para enfriarle la cabeza a todos y darse cuenta que detrás de las ambiciones de cada uno, hay una comunidad nacional que quiere emprender un camino sustentable y desarrollo, sin interrupciones. Ella no está en condiciones de modificarla. Los que están en esa situación, son los que fueron legitimamente elegidos ganadores y quienes se arrogan tener la "bola de cristal" ó "soluciones ya aplicadas" que nos depositaron en una de las peores crisis de la historia contemporánea, en las postrimerías del 2001.