viernes, 25 de noviembre de 2011

"Hermano con alas y pico trabajador"





Sobre la labor del Hornero, Pájaro Nacional, se ha escrito mucho y demasiado bien. Empardar a poetas, no es tarea sencilla, por lo que escribiré lo que brota espontáneamente.


Hace tiempo, uno de ellos decidió posarse en las cercanías del inmueble que habito. Todas las mañanas, contemplaba su casa. Lo hacía con cariño, porque me sentía acompañado. 


Días atrás el viento sopló con intensidad y la "vivienda" dejó de verse. Pensé que las ráfagas lo habían castigado duramente, dejándolo sin lo que había construido con dedicación y mucho esmero, para cobijarse. 


Con tristeza elevé la vista y busqué en otros pinos de los alrededores. 


No fue en vano. Lo encontré. Aquí está su casa, la que no necesita de plan gubernamental alguno, y que decidió trasladar para que - seguramente - la naturaleza no vuelva a romperle la dignidad. 


Estás Hornero, compañero de todas las mañanas y todos los días !!! 


Gracias... "Hermano con alas y pico trabajador"... por quedarte. 


Aunque no crucemos palabra alguna, sin tu compañía, la vida en los momentos de soledad que interiormente se repiten, no es lo mismo...





El Hornero
(Leopoldo Lugones)

La casita del hornero
tiene alcoba y tiene sala.
en la alcoba la hembra instala
justamente el nido entero.

En la sala, muy orondo,
el padre guarda la puerta,
con su camisa entreabierta
sobre su pecho redondo.

Elige como un artista
el gajo de un sauce añoso
o en el poste rumoroso
se vuelve telegrafista.

Allá, si el barro está blando,
canta su gozo sincero,
yo quisiera ser hornero
y hacer mi choza cantando.

Así le sale bien todo,
y así, en su honrado desvelo,
                                             trabaja mirando al cielo
en el agua de su lodo.

La trabaja en paja y barro, lindamente la trabaja, que en el barro y en la paja es arquitecto bizarro.

La casita del hornero tiene alcoba y tiene sala.
En la alcoba la hembra instala justamente el nido entero.

Concluyó el hornero su horno y con el ultimo toque
le deja áspero el revoque contra frío y el bochorno.

Y cuando acaba jovial de arreglarla a su deseo le pone con un gorjeo
la vajilla de cristal.

Foto: propia
Tema musical: extraído de Youtube. Adrián Maggi
Poema de Lepoldo Lugones - El Hornero
Mail: matheusperiodista@gmail.com

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