La señora Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, formuló este miércoles un anuncio relevante para los Jubilados y Pensionados, poniendo tope a las tasas de interés que se aplican a los créditos que se les otorgan.
Siguiendo la línea de pensamiento de Jorge Rivas, publicada en el blog www.rambletamble.blogspot.com (Artemio López), quienes adhieren desde otras fuerzas políticas o desde el propio Frente para la Victoria-Partido Justicialista, al Gobierno Nacional, debemos manifestar nuestras posturas con el propósito de lograr los resultados sean, aún mejores, para la totalidad de los habitantes de la Nación.
Es en este sentido, que pienso debemos bregar para la aplicación de medidas que pongan coto al desenfrenado accionar del sistema financiero privado, que incluye también a las que se denominan ´cuevas` y que realizan negocios suculentos frente a las urgencias de los más apremiados, como los que confían en Argentina y están dispuestos a correr riesgos de inversión.
Las tasas de interés que aplica la banca privada e inclusive lleva también a que lo haga cierto sector de la banca estatal, son usurarias. Quién puede animarse a endeudarse con el propósito de apostar al crecimiento, con tasas variables que en buen porcentaje de los casos, llegan a rozar el 40 %.
"Saltan en una pata" los que tomaron créditos, hace unos meses atrás, en pesos y a tasa fija. Baste con consultar en concesionarias de automotores que financian con apoyo bancario, para que esto quede bien evidenciado. Algunas marcas han subido los porcentajes de interés por encima del 25 %, unos diez puntos más que hace 90 a 100 días.
Los préstamos a corto, mediano y largo plazo en las famosas ´cuevas` constituye el negocio más rentable del país. La tasa mensual no baja del 6 %, lo que representa un 72 % anual. Un negocio - éste último - de dudosa legitimidad.
Este gobierno Nacional y Popular, legitimado con más del 54 por ciento de los votos, hoy está en condiciones de promover una nueva Ley de Entidades Financieras. Los mecanismos que posee el Estado cada vez funcionan mejor. Por lo tanto, el control se podría decir que está asegurado.
Si en el 2001, los especuladores y los organismos de crédito internacional, le jugaron una "mala pasada" al país, porque pensar que ahora no lo harían, aunque sean conscientes que la mella que producirían sería insignificante en comparación. Ahora hay solidez política, social y económica.
El capital financiero en Argentina, ha demostrado a todas luces, que poco y nada le interesa el bienestar general.
Como tantas veces se ha dicho: no tiene alma, corazón y tampoco patriotismo.
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