Con las lógicas y consabidas diferencias con quienes están en la oposición, en la noche de ayer, apareció otro Néstor Kirchner.Se podría decir: casi el mismo que allá por el año 2002 caminaba, casi solo, algunos distritos de la provincia de Buenos Aires. Tenía la compañía de un "puñado" de dirigentes, y el seguimiento televisivo de Crónica TV.
Pausada y amablemente fue respondiendo las preguntas que le formulara el conductor del espacio.
El lugar fue bien elegido. Transmitía, visualmente, clima apacible.
En una de las dependencias de la Residencia Presidencial de Olivos, el "Primer Damo" (como se autodenominó) desgranó una serie de cuestiones de vital importancia en el país, como así también se refirió a lo que fueron los resultados de su gestión y los problemas que debe enfrentar la presidente de la Nación.
No hubo, frente a las cámaras, ninguna expresión descalificadora. Tampoco intentos de generar crispación.
Se podrá estar de acuerdo o no, con sus dichos, pero imposible cuestionarlo por posturas ó gestos transmitidos.
Muchos deben haberse preguntado si este es el verdadero Néstor Kirchner, alejado de aquellas expresiones subidas de tono del 2008 cuando el conflicto con el sector agropecuario lo llevó a querer "competir" por quien era capaz de ganar mejor la calle.
El ex presidente pareció abrir las puertas para ir hacia adelante, y también capacidad de mirar objetivamente para atrás.
Evitaré dejarme llevar por los comentarios de analistas del periodismo, politólogos, encuestólogos, sociólogos y hasta psiquiatras.
Néstor Kirchner tuvo en los primeros años de su mandato, con aciertos y errores, una innegable virtud: "supo recuperar el valor y la conducción de la política".
Los acontecimientos del primer año de gestión de su esposa, Cristina Fernández, lo condujeron a desbordarse.
Vio ó le hicieron ver "fantasmas", donde no los había.
Buscó ó le buscaron "enemigos", cuando no existían posibilidades de guerra alguna.
Perdió el contacto que empezó a enhebrar en aquel 2002, casi en soledad, por territorio de la provincia de Buenos Aires y agigantó una vez en el poder, a partir del 2003.
De ser candidato a Diputado Nacional por la provincia, "el" Kirchner de ayer se ha ofrecido asi mismo, una nueva oportunidad.
En ese caso, deberá demostrar que no hay "otro", sino uno "solo".
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