Porque?...La respuesta al porque...

Porque 30 cuadras colmadas de personas aguardando pacientemente para despedir a Raúl Alfonsín?...
Porque tantas lágrimas en los ojos de los ciudadanos que caminaban lentamente con destino al Congreso de la Nación?...
Porque tanta repercusión mediática y un “solo” tema en televisión desde la noche del martes, a las 20.30, cuando se conoció la noticia de su fallecimiento?...
Porque la gente encendió velas frente a su domicilio particular y hasta se enojó con alguno de los dirigentes opositores que fueron a dar el pésame a sus familiares?...
Porque la emoción de José Sarney y la ramificación internacional que produjo su desaparición física?...
Porque un ex presidente de la Nación que durante los cuatro últimos años de gestión supo más de críticas que de elogios, recibe “post mortem” tanto homenaje?...
Porque "Padre de la Democracia", si en verdad, y nadie lo ignora, no fue el único en aportar para el retorno al voto popular y libre de los argentinos?...
Porque infinitas palabras de reconocimiento a su labor, incluso de hasta quienes fueron sus más fervientes denostadores?...
Porque innumerables repeticiones de sus discursos entre los que se incluye aquel Felices Pascuas, que sirvió para que se “mofaran” de él?...
Porque tantas alabanzas a su vida austera y de claras evidencias de honestidad?...
Porque la ponderación dada a su vocación de diálogo y consenso?...
Porque el valor a su condición de promotor de los partidos políticos, cuando hasta no hace mucho lo llegaron a “culpar” de haber sido uno de los mayores responsables de la disminución en el caudal electoral que supo tener la Unión Cívica Radical?...
En esta mezcla de interrogantes donde parte de lo bueno y malo, quizá esté el verdadero porque.
Argentina vive estados de crispación, donde participan unos cuantos que elevaron palabras elogiosas al ex presidente fallecido que, poco y nada, parecen haber aprendido de los reclamos del Pueblo, desde 1983 hasta el presente.
El país necesita ser previsible. Tienen que coexistir en el contexto de las diferencias, gestos y palabras que no hieran. Lo último, que está indisolublemente relacionado con la política, contribuye a encontrar la plática y el asentimiento.
No alcanza con discursos. Debe ser una práctica cotidiana, sin especulaciones ó medias tintas, respetando las diferencias ideológicas ó metodológicas.
Es posible que en esto último, resida el mayor mérito de quién es despedido como uno de los más sobresalientes políticos que haya parido la Nación.