Por algunas horas, descanso.
La blogósfera apasiona y por momentos se convierte en vicio.
Durante el tiempo que dure el “retiro” (que no será extenso) saldré a comprobar como funcionan las “Ambulancias”, y no precisamente dependientes de los hospitales públicos ó privados.
Se han puesto en marcha y quienes las criticaban porque marcaban el “Desgaste” ahora las conducen, sin constatar su “Estado General”. Lo importante es que arranquen. Con eso, es suficiente.
Mi amigo Artemio López escribió recientemente un listado interminable de frases contradictorias en el diario Crítica de la Argentina. Insumió una página, cuando en realidad, si hubiese querido, podría haber hecho colapsar a la empresa que provee papel, al matutino que dirige Jorge Lanata.
En el tema de las “Ambulancias” también se podría narrar una serie interminable de “Destrozadas” desde 1983 hasta el presente.
La cuestión es que las mismas, ya sea por el cuidado que producen los “Spa”, la falta de trabajo forzado ó el coraje de quienes las ocupan, están “laburando” a “full”.
“Viejos son los trapos”. Los “Fierros neuronales” y el “Instinto de sobrevivencia” sobre las pistas comunales, provinciales y nacional, están total y absolutamente en buenas condiciones.
Las que se han visto circular, por estos días, parecen “Reparadas a nuevo” aunque el “Motor pistonea”. Lo mismo aceleran.
Se ha observado que muchas de ellas están “Oxidadas” y eso hace que quienes hayan pensado en abordarlas tomen sus recaudos. Temen que se les abra alguna “Herida” que los mande a hospitalizar por largo lapso y con posibilidades de infección casi letal.
Mecánicos consultados por este Vocero Mudo hicieron saber que a pesar del paso de los años, las “Ambulancias” están bastante bien de freno.
Registran algunas dificultades en las “luces de posición, baja y alta”.
El problema eléctrico sería el mayor de los inconvenientes, ya que viajan mucho de noche.
Se teme que alguna de ellas, antes de fin de año, vuelque, y el resultado sea que los “Conductores” no encuentren lugar sanitario “Para todos los lastimados”, queden a expensas de Dios (anda escaseando su fuente de Perdón y Justicia) y en consecuencia puedan “Morirse” y sin “Resurrección” posible.
La blogósfera apasiona y por momentos se convierte en vicio.
Durante el tiempo que dure el “retiro” (que no será extenso) saldré a comprobar como funcionan las “Ambulancias”, y no precisamente dependientes de los hospitales públicos ó privados.
Se han puesto en marcha y quienes las criticaban porque marcaban el “Desgaste” ahora las conducen, sin constatar su “Estado General”. Lo importante es que arranquen. Con eso, es suficiente.
Mi amigo Artemio López escribió recientemente un listado interminable de frases contradictorias en el diario Crítica de la Argentina. Insumió una página, cuando en realidad, si hubiese querido, podría haber hecho colapsar a la empresa que provee papel, al matutino que dirige Jorge Lanata.
En el tema de las “Ambulancias” también se podría narrar una serie interminable de “Destrozadas” desde 1983 hasta el presente.
La cuestión es que las mismas, ya sea por el cuidado que producen los “Spa”, la falta de trabajo forzado ó el coraje de quienes las ocupan, están “laburando” a “full”.
“Viejos son los trapos”. Los “Fierros neuronales” y el “Instinto de sobrevivencia” sobre las pistas comunales, provinciales y nacional, están total y absolutamente en buenas condiciones.
Las que se han visto circular, por estos días, parecen “Reparadas a nuevo” aunque el “Motor pistonea”. Lo mismo aceleran.
Se ha observado que muchas de ellas están “Oxidadas” y eso hace que quienes hayan pensado en abordarlas tomen sus recaudos. Temen que se les abra alguna “Herida” que los mande a hospitalizar por largo lapso y con posibilidades de infección casi letal.
Mecánicos consultados por este Vocero Mudo hicieron saber que a pesar del paso de los años, las “Ambulancias” están bastante bien de freno.
Registran algunas dificultades en las “luces de posición, baja y alta”.
El problema eléctrico sería el mayor de los inconvenientes, ya que viajan mucho de noche.
Se teme que alguna de ellas, antes de fin de año, vuelque, y el resultado sea que los “Conductores” no encuentren lugar sanitario “Para todos los lastimados”, queden a expensas de Dios (anda escaseando su fuente de Perdón y Justicia) y en consecuencia puedan “Morirse” y sin “Resurrección” posible.
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