Alguien dijo al autor de este blog, días pasados, ante la insistencia sobre la lectura de uno de los post: “que exceso de egolatría y egocentrismo en la insistencia”.
La verdad es que dejó una impresión extraña e inmediata evaluación de la frase.
Conclusión: realmente existe esa sensación interior cuando se recorre el contador de ingresos y los números superan las expectativas, e incluso existen datos precisos que ciertas cuestiones alegadas son tomadas por quienes tienen responsabilidades emergentes de la voluntad popular, ó bien por los que trabajan para ellos.
Es sabido que intelectuales, filósofos, periodistas, políticos, politólogos no están de acuerdo con esta manera de universalizar la palabra.
Con el transcurrir de los meses y a partir de la constatación de lectores de Pakistán, México, Colombia, Estados Unidos, Francia, Alemania, Arabia Saudita, Canadá, Argentina en toda su extensión, Venezuela, Perú, entre otros países, y el tiempo en que los “internautas” permanecen en el sitio, se acelera la satisfacción. Esta última adquiere más valor al no percibirse emolumentos, surgida solo por la búsqueda de movilidad intelectual, que aunque no alcance la altura de las circunstancias deseadas por si mismo ó quienes leen, exige, exige y seguirá exigiendo.
Se intenta estar acordes con lo que puede ó podría pensar la sociedad nacional e internacional, produciéndose la necesidad de incrementar conocimientos, habiendo serena búsqueda de contribuir a buenos valores, sin intentos de coincidencia plena, porque que es imposible.
No descarto que quienes se oponen tenazmente a la existencia de la blogósfera, padecen del “mal” que podría denominarse sencillamente “pérdida de terreno”.
Han sido ellos ó personas caras a sus afectos e intereses, a través de la publicación en papel de miles y millones de libros u hojas de periódicos los que sintieron respaldo, y hasta se constituyeron en internacionalmente conocidos en lo que parecía “infranqueable” mundo de la cultura e información.
La infinita cantidad de blogs creados en los últimos tiempos, donde coexisten quienes lo asumen como un pasatiempo para mofarse de la realidad, hasta los que van haciendo un seguimiento puntual de lo que sucede y los que transitan por la Literatura, Economía, Política, Deportes, Medicina, etcétera, convierte a la red tecnológica más revolucionaria de la historia, en una “competencia” imprevista.
Porque dejar de evaluar, que en pocos años hasta podría llegar a convertirse en el "Acta de Defunción" de premios que deciden unos pocos, para después consumir muchos, como así también la apertura de un camino fructífero para que desarrollen potencialidades, escritores, consultores, analistas, asesores, entre otros, a los que no se tiene o no quiere tomar en cuenta.
Cuando transcurridas algunas horas de mostrar vía teléfono de última generación, uno de los blogs más leídos de la Argentina, a joven de 28 años y observar su asombro, no hice más que recurrir a conectar la computadora portátil en en un lugar que podría denominar el “País Interior”, incorporarle un sistema de banda ancha satelital y reflexionar por escrito sobre lo que había sucedido en la semana, recibiendo una respuesta que no incomodó, pero que hizo pensar sobre el valor que adquieren los blogs, cuando se intenta - diaria ó periódicamente - volcar con rigidez cercana a lo filosófico lo que se siente, piensa y practica.
Estamos ante un fenómeno incomensurable.
Es de una felicidad difícil de exponer percibir que se alcanza, aunque sea insignificantemente, protagonismo, entre más de seis mil millones de habitantes de la Tierra.
Diariamente, con los blogs, se toma conciencia que las puertas del mundo están abiertas, lo que podría considerarse como simbolo de Libertad.
Y la Libertad, tiene la ventaja de poder decirlo a los gritos e insistentemente, aunque la cerrazón del pensamiento, pueda considerarla egocentrismo.
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