El compañero y amigo Artemio me convoca a través de uno de los post a "disparar" munición gruesa.Le fallaré a él y a los miles de lectores que lo siguen.
Cita un artículo de Vicente Muleiro publicado en Clarín sobre el tema de la pesca. Es suficiente.
Solo recurriré, siendo las cuatro de la mañana del sábado, a algunas frases que recuerdo, en este momento (donde estoy casi doblado por el sueño):
"Disparar no es cobardía, sino evitar un desórden"....
"No hay que darle al pito, más de lo que el pito vale"....
"Errar es humano, perseverar en el error es diabólico"....
"Un traidor puede más que mil valientes"....
"Más que el sable ó que la lanza suele valer la confianza que el hombre tiene en si mismo"....
"El que nació barrigón es al ñudo que lo fajen"....
"No son pocos los que tienen como principal defecto..el afecto"....
Y a vos que te has distinguido por lucharla desde abajo, Querido Artemio, aunque te "endilguen" proselitismo oficialista, te dejo bien pintada de azul una frase que en una jornada de estos años muy complicados para mí - en lo personal y profesional - pero que he ido superando porque siempre hay buenos amigos que no andan especulando, expresando barrabasadas, cerrando puertas, acordándose de nuestras recordadas madres, sufriendo paranoias, macaneando y desarticulando afectos, acuñé como propia a partir del consejo de un sabio empresario nacional:
"Las Aguilas no cazan Moscas"....
Y si las Moscas llegan, porque no las cazaron, le pregunté.
Respondió: "Usted...siga volando como las Aguilas"
Desde hace un tiempo trato de seguir con el consejo a "pie juntillas" y aseguro que no me siento en la cima del Aconcagua, pero tengo la sensación de estar muy cerca.
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