jueves, 19 de marzo de 2009

Nos ensañamos con la Patria que soñaron

Antonio y Pepa:
Estén donde estén, tengo la imperiosa necesidad de contarles algunas cosas que suceden en Argentina, esa que ustedes hicieron querer sin medias tintas, y a la que imaginaron (como tantos Padres) que hasta podría llegar a gobernar, por el enorme apego a las cuestiones políticas, sociales, culturales, económicas y deportivas.
Es posible se acuerden de algunas visitas de “egregios” personajes a nuestra sencilla, pero cálida casa de la calle Avellaneda en Pellegrini, esa comunidad en donde pudieron desarrollarse humanamente, sin perder sueños y amasando hasta el último minuto maravillosas utopías, que tuvieron la suerte de transmitir a hijos y cinco nietos.
La gente está claramente crispada.
Antonio: “bajaron las acciones del Imperio Americano, que admirabas tanto, y que por pensar diferente nos llevó a extensas discusiones en las largas sobremesas de los domingos”.
Pepa: “muchos jóvenes andan como perdidos y no llegan buenas noticias desde Europa, continente que tanto ambicionabas conocer, porque tus “viejos” eran italianos".
Los personajes que ustedes llegaron a respetar y querer, están de moda con lamentable oportunismo, a que el “viento anímico” se ponga de cola.
El sector agropecuario, ese que bancaron a pesar de algunas prepoteadas, está enfrentado con el Gobierno. Hay muchas razones, pero la más remanida es porque le retienen un porcentaje de la producción de cereales.
Kirchner terminó su mandato en el 2007, y es el presidente del Partido Justicialista Nacional. Tiene una incidencia superlativa en la gestión del gobierno de Cristina, su esposa. Si, Cristina, la misma que ustedes ponderaban por los debates dados en televisión durante la época donde lo único que no se decidió "vender" fue la Casa Rosada.
Se huele mal olor en ciertos ámbitos.
Como sufrirían los dos si les tocara palpar este tiempo, cuando vivieron 82 y 78 años, respectivamente, elevando voces de paz espiritual, esperanza y presagiaron un País Grande y Justo, donde - por supuesto - no descartaban los debates álgidos.
Caminar por las calles, sentarse con amigos, concurrir a las mesas de café, compartir un asado, termina siendo un “mal trago”.
Hay insatisfacción.
Seguimos siendo como el “sube y baja” e incorregibles (no solo los peronistas)
Mordemos un cordón, y hacemos un escándalo, como si volcáramos.
Es el clima social, instalado.
Son pocos, de los que “mandan” ó ocupan lugares donde se “decide” por todos, que quieren darse cuenta.
Que “verso” metían ustedes cuando a “martillazos” decían que “había gente dispuesta a ganarse el bronce de la historia” !!!.
No sería improbable que en el lugar donde estén, se hayan encontrado con Antonio (portugués, que llegó sin compañía al Brasil, a los 14), con Ida (italiana, que vino de Sicilia, siendo niña), con el otro Antonio (llegado desde Italia, tomado de la mano de sus padres) y de Manuela (otra gringa, que parecía haber nacido, sabiendo arremangarse).
Lean en voz alta, ante ellos, lo que escribo sucintamente.
No lo van a poder creer.
Hasta es posible que les digan con voz pausada y tranquila, porque supongo no habrán modificado sus actitudes, que hay exageración.
Háganles saber que el nieto ha cambiado en muchas cuestiones, pero que sigue siendo el mismo. No hay ninguna razón para “agrandar” lo que pasa.
Sería interesante, y quedaría sumamente tranquilo si le comentan a uno de los Antonio que:
“Perón sigue vivo en el corazón de la mayoría de los argentinos, pero que son muchos los que resolvieron cantarle la marcha y ponerse su camiseta, pero se pasan por la ingle sus ideas”.
Antes de terminar.
Que lástima Pepa resolviste irte, sin demasiado aviso previo.
Fui a ver a Nacha Guevara interpretando la Opera Eva.
Nos hubiésemos emocionado juntos. Además, tendrías una buena oportunidad, para enrostrarme que te asistía la razón cuando la defendías a los gritos. Decías que “era la abanderada de los humildes y el sustento espiritual del Peronismo”, porque animaba a contradecirte y expresar que sin “El General, no hubiese sido nada”.
Me despido por un tiempo de ustedes con “la expectativa puesta en positivo”, porque de lo contrario no haré otra cosa que contribuir, aun más, al “Ensañamiento” con que tratamos - por estos días - a la Patria que soñaron.
No se olviden de pedirle al “Flaco” que piense en los Argentinos y que además les compre una computadora. Si se las regala, acéptenla. Si se las da a crédito, aunque digan que nunca se equivoca, rechacen la propuesta. Los intereses están muy altos: “Aquí en la Tierra…nada se sabe del Cielo”.
Si lo tienen bien cerca díganle en el oído (aunque los chusmas consideren que son unos alcahuetes) que: “en nombre de él, muchos en este país, siguen convencidos que pueden hacer cagadas, porque después cuando llegue el momento final, habrán de perdonarlos y su almita se instalará en ese lugar, no en el infierno ”.

No hay comentarios: