No sería bueno que por un tiempo dejen de romper las pelotas...

He leído, y con sorpresa, en portales de noticias que ruralistas se reunirían hoy en Chivilcoy para manifestarse contrarios a la presencia del ex presidente de la Nación, Doctor Néstor Kirchner, titular del Partido Justicialista Nacional. En el mismo sentido, se dice que CARBAP rechazaría el “acuerdo” alcanzado en el día de ayer entre la Mesa de Enlace y el Gobierno.
Están en todo el derecho de hacer lo que se les plazca, pero tal como brota desde lo más profundo del corazón, digo: no sería bueno que se dejen de “romper las pelotas” por unos días y esperar hasta que las medidas se implementen, como se dijo en la conferencia de prensa posterior al encuentro desarrollado en el Ministerio de la Producción.
“El Horno no está para bollos”, ni en Argentina, ni en ningún país de la tierra. Hasta Suiza se declaró en “recesión”.
“Cada uno con su librito”. Lo cierto es que el “acuerdo” evidencia por la necesidad de las autoridades nacionales de poner freno al descontento, y el agotamiento del sector ante lo que venían considerando falta de respuestas y diálogos concretos.
Las dos noticias publicadas y que generan este “post”, hacen pensar
que quienes están decididos a seguir la “lucha”, van más allá en sus pretensiones. Las mismas están teñidas de “política” e incluso “alimentadas” por sectores que poco y nada respetan la Democracia.
Sería una “burrada” desconocer que la prolongación del entredicho, hizo mella en la confianza, pero de ahí a seguir soportando un “apriete” constante que se introduce en el estado de ánimo colectivo, en momentos complicados universalmente, es insostenible.
Los mismos que ahora quieren “pararse de manos” frente a Kirchner y al Acuerdo alcanzado:
Son idiotas?.
Desconocen la realidad?,
No tienen memoria?.
Se pasan el principio de solidaridad y generosidad por la ingle?.
Les importa un carajo el limpiavidrios de las avenidas de Buenos Aires, La Plata y otros grandes centros urbanos?.
Están interesados en saber que le sucede a pequeñas y medianas empresas que han visto menguadas sus posibilidades de desarrollo y crecimiento?.
Son conscientes que hay que sectores que no tienen ningún respaldo mediático ó de empresas multinacionales, para salir a cortar rutas, repudiar presencias políticas, materializar escraches y vivir transmitiendo desesperanza?.
Sabrán que la inseguridad es “casi una hija” de la pobreza y la exclusión social?.
Habrán reflexionado sobre la “carnicería” que produjo la devaluación y pesificación asimétrica del 2002?.
Dan vuelta sus neuronas y recuerdan la década del 90, donde se vendieron todas las “Joyas de la Abuela” y el país incrementó su deuda externa, como así también obligó a miles de productores a hipotecar sus propiedades, mientras se aplaudía a Menem en las inauguraciones de la Exposición de Palermo?.
Tendrán verdadera noción que hay despidos masivos y suspensiones en grandes empresas de nivel internacional ó nacional?.
Se informarán sobre la solicitud de incrementos de los docentes?.
Tendrán idea lo que cuesta un guardapolvos?.
Se habrán puesto a pensar cuantos argentinos hay preocupados porque contrajeron deudas en dólares para hacer frente a la compra de su vivienda única?.
Considerarán que hubo quienes apostaron a la adquisición de un auto nuevo con crédito bancario y las tasas hoy superan, en muchos casos, el 30 por ciento?.
Se habrán quedado sin televisor, dinero para comprar diarios ó pilas para la radio e ignoran lo que sucede en el país más potente del Universo?.
Podrían formularse muchos más interrogantes. Estimo que con estos es suficiente.
No desconozco la importancia del sector agropecuario en la economía nacional, porque resido una parte del tiempo semanal en la Pampa Húmeda Arenosa, pero carezco de la fuerza y el acompañamiento de los mismos que viven “poniendo el grito en el cielo” y “nada les viene bien”, cuando todos los meses tengo que juntar de hasta centavos, junto a mi familia, para hacer frente al pago de los salarios de 10 empleados, cumplir con las obligaciones tributarias y ser consciente que no cuento con:
“Planes de emergencia por sequía, subsidios por la misma circunstancia, aportes económicos por el avance de la tucura, refinanciación bancaria, políticas públicas que salvaguarden la fuente laboral, fideicomisos financieros, subsidios al combustible, a la energía, acuerdos para que no se incrementen los insumos”.
Lo reitero y aunque deje de respetar la ortodoxia en las palabras:
“Muchachos, déjense de romper las Pelotas”.
Ah…y no olviden este viejo axioma indiscutible: “El que siembra vientos, cosechará tempestades”.